🌱 Cuando lo pequeño es de Dios

Cuando Dios se planta en tu vida, su Reino empieza a fermentar desde dentro.
Hoy descubrimos que lo más pequeño puede cambiarlo todo. A veces parece insignificante… hasta que transforma tu historia entera.

✨ Versículo guía del día
“El Reino de los cielos es como una semilla de mostaza…”
– Mateo 13,31

Demos gracias a Dios por la bendición de abrir los ojos a un nuevo día.
Señor, haz de mi corazón una tierra buena donde tu semilla pueda crecer.
Aunque hoy no vea frutos, confío en que estás obrando en silencio.
Que mis pasos, aunque pequeños, estén guiados por tu Reino.
Amén.

📖 Primera lectura (Éxodo 32, 15-24. 30-34 – Resumen)
Moisés baja del monte con las tablas de la ley y descubre que el pueblo ha hecho un becerro de oro. Lo destruye con ira y suplica a Dios que les perdone. El Señor no borra su pecado fácilmente, pero promete seguir guiándolos con su ángel.

📜 Evangelio (Mateo 13, 31-35 – Texto completo)

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre:

“El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre siembra en su huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas”.

Les dijo también otra parábola:

“El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar”.

Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta:

“Abriré mi boca y les hablaré con parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo”.

 ¿Te has sentido alguna vez insignificante?
¿Como esa idea que nadie toma en serio,
ese esfuerzo que nadie ve,
ese paso pequeño que parece no contar?

Jesús dice que así empieza su Reino.
Con lo más mínimo.
Con lo que otros descartarían.

Pero lo pequeño, en las manos de Dios,
no se queda pequeño.
Cobra vida.
Cobra sentido.
Y termina dando cobijo a otros.

Hoy, tal vez no veas los frutos.
Tal vez sientas que el mundo sigue igual.
Pero si hay semilla, si hay levadura,
el milagro ya empezó.

Confía.
Algo está creciendo en ti.

 🎧 Hoy, escucha el Evangelio y deja que Jesús te enseñe a confiar en lo invisible.

 Escribe en una hoja pequeña una oración simple que quieras sembrar hoy. Guárdala en tu bolsillo o cartera.
Léela en silencio tres veces durante el día.
Confía: ya está fermentando.

 Gracias, Señor, por las pequeñas cosas que hoy sembraste en mí.
Aunque no las vea aún, te creo.
Aunque no las entienda aún, te sigo.
Permíteme descansar con la certeza
de que en tu Reino nada es en vano.
Amén.

Una nube desciende. Moisés entra al encuentro.
Y Jesús revive la promesa:
"Yo soy la resurrección y la vida".
Te esperamos.