🗓️ La Palabra Soy – Lunes 1 de septiembre de 2025
Ungidos para la Libertad y la Esperanza
Jesús entra en la sinagoga de su pueblo y hace una declaración radical: la gran profecía de liberación se cumple "hoy". ¿Estamos listos para vivir la salvación y la esperanza que se nos ofrecen en nuestro presente?

Pie de Foto
✨ Versículo guía del día
“Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura, que ustedes acaban de oír”. – Lucas 4, 21
🙏 Oración para comenzar el día
Espíritu del Señor, que ungiste a Jesús para traer la Buena Nueva, unge también mi corazón. Ayúdame a creer que "hoy" se cumple tu palabra de salvación en mi vida. Rompe mis esquemas, sana mi ceguera y libérame de mis cautiverios, para que pueda vivir cada día en la esperanza gozosa de estar siempre contigo. Amén.
🕊️ Lecturas
📖 Primera lectura: "Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras." – 1 Tesalonicenses 4, 13-18
📜 Evangelio del día: Lucas 4, 16-30
En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, и se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura, que ustedes acaban de oír".
Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: "¿No es éste el hijo de José?"
Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo, y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm' ".
🧡 Reflexión de hoy
El Evangelio de hoy nos sitúa en un momento crucial, un punto de inflexión en la historia de la salvación. Jesús, en su propia tierra, Nazaret, se levanta y lee una de las profecías más esperanzadoras de Isaías: un futuro de liberación para los cautivos, de vista para los ciegos, de libertad para los oprimidos. La gente escucha, quizás conmovida. Han oído ese texto muchas veces, es la promesa de un futuro mejor. Pero entonces, Jesús hace algo radical. Cierra el libro, los mira a los ojos y pronuncia la palabra que lo cambia todo: "Hoy".
Ese "Hoy" transforma una promesa lejana en una realidad presente. Jesús no está hablando de un futuro mesiánico abstracto; está declarando que Él es el cumplimiento de esa promesa. El año de gracia, la era de la liberación, comienza ahora, en su Persona. Con esta declaración, inaugura su misión, la razón por la que fue "ungido": traer la libertad y la esperanza de Dios al mundo.
Esta es la base de la esperanza inquebrantable de la que nos habla San Pablo en la primera lectura. ¿Por qué no debemos vivir tristes, "como los que no tienen esperanza"? Porque el "Hoy" de Jesús no terminó en aquella sinagoga. Su misión de liberación culminó en su muerte y resurrección, venciendo la cautividad definitiva, que es la muerte. La esperanza de la que habla Pablo —que estaremos siempre con el Señor— no es un simple deseo; es la consecuencia directa de la misión que Jesús proclamó y cumplió.
Sin embargo, la reacción de los paisanos de Jesús nos sirve de advertencia. Admiran sus palabras, pero no pueden aceptar su origen: "¿No es éste el hijo de José?". Su familiaridad les impide ver la divinidad. Se quedan en el "ayer" que conocen y se cierran al "hoy" de la gracia. Y al hacerlo, se cierran a la liberación que Él ofrece.
Nosotros también enfrentamos esa elección cada día. Podemos escuchar el Evangelio como una historia del pasado, o podemos creer que "Hoy" Jesús quiere sanar nuestra ceguera, liberarnos de nuestras cautividades (rencores, miedos, adicciones) y proclamar un año de gracia en nuestra vida. Nuestra esperanza en el futuro eterno se alimenta de nuestra fe en el "Hoy" de su presencia activa y liberadora.
🔊 Escucha la Palabra
Abre tu corazón a una Palabra que inaugura un tiempo nuevo. Escuchemos la proclamación de nuestra libertad y el fundamento de nuestra esperanza.
🎯 Acción concreta del día
Identifica un área de tu vida donde te sientas "cautivo" u "oprimido" (un mal hábito, un rencor, una preocupación). Durante el día, repite esta pequeña oración: "Señor, cumple 'hoy' en mí tu palabra de liberación. Actúa ahora en esta situación".
🖼️ Imagen del día

Su palabra no es un eco del pasado, es una realidad que se cumple "hoy".
🌙 Oración para la noche
Señor Jesús, gracias por el "hoy" que me has regalado. Perdóname si, como la gente de Nazaret, me cerré a tu acción por mis prejuicios o mi falta de fe. Te entrego mi cansancio y mis luchas, y me duermo en la serena esperanza que nos regala San Pablo: la certeza de que, vivo o difunto, mi destino es estar siempre contigo. Amén.
👁️🗨️ Mañana en La Palabra Soy
🤫 Mañana: Después de la proclamación, viene la demostración. Veremos a Jesús actuar con una autoridad que asombra a todos y que hasta los demonios obedecen.
Que la esperanza en Cristo te consuele esta día.
Nos vemos mañana con una nueva Palabra que enciende.
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