🗓️ La Palabra Soy – Viernes 1 de agosto de 2025

¿Podrías reconocer a Dios si se presentara en tu día a día, en tu rutina, en tu propia familia?

Hoy, el Evangelio nos lanza una advertencia directa sobre el peligro de esa familiaridad que puede cerrar nuestro corazón al milagro.

Pie de Foto

Versículo guía del día

“Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa.” – Mateo 13, 57

🙏 Oración para comenzar el día

Señor Jesús, perdóname por las veces que mi familiaridad contigo y con mi vida me ha vuelto ciego. Rompe mis esquemas y mis prejuicios. Dame la fe humilde de un niño para reconocerte no solo en lo grandioso, sino en el taller de mi día a día, en el rostro de mi familia y en el corazón de mi trabajo. Amén.

🕊️ Lecturas

  • 📖 Primera lectura: "Estas son las festividades del Señor, en las que convocarán a asambleas litúrgicas (...) según corresponde a cada día." – Levítico 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34-37

  • 📜 Evangelio del día: Mateo 13, 54-58 En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: "¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?" Y se negaban a creer en él. Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos.

🧡 Reflexión de hoy

La escena del Evangelio de hoy es profundamente humana y dolorosa. Jesús vuelve a casa. Vuelve a Nazaret, al lugar donde creció, a las calles que recorrió de niño, entre la gente que lo vio pasar de ser un muchacho a ser un hombre. Y cuando habla, su sabiduría asombra. Sus milagros son innegables. Pero la reacción de sus paisanos no es la fe, sino el recelo. Su pregunta, "¿De dónde ha sacado éste...?", no es de genuina curiosidad, sino de desdén. Lo encasillan en lo que creen saber de Él: "es el hijo del carpintero". Y esa etiqueta, esa familiaridad, les impide ver al Hijo de Dios.

Este "síndrome de Nazaret" no es un evento aislado de hace dos mil años. Lo vivimos constantemente. Nos acostumbramos tanto a lo nuestro, a nuestra rutina, a nuestra familia, a nuestro trabajo, incluso a nuestras formas de rezar, que nos volvemos incapaces de ver a Dios obrando en medio de todo ello. Esperamos a Dios en lo espectacular, en lo extraordinario, y no nos damos cuenta de que Él está susurrándonos en la conversación con nuestro cónyuge, enseñándonos a través de la paciencia con nuestros hijos, o llamándonos desde las necesidades de nuestro trabajo diario. Nos familiarizamos tanto con el "carpintero" que no podemos ver al Mesías.

La primera lectura del Levítico nos muestra un pueblo que, por el contrario, estructuraba su vida para no olvidar a Dios. Las fiestas, los rituales, los tiempos sagrados eran recordatorios constantes: "Detente. Mira. Recuerda. Dios está aquí". Era un entrenamiento para ver lo sagrado en el tiempo. La gente de Nazaret había perdido ese entrenamiento. Tenían a Dios mismo frente a ellos, pero su incredulidad, nacida de la soberbia de creer que ya lo sabían todo sobre Él, levantó un muro.

La frase final es una advertencia para cada uno de nosotros: "Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos". Nuestra falta de fe, nuestra cerrazón, nuestra incapacidad de dejarnos sorprender por Dios en lo cotidiano, puede limitar la acción de su gracia en nuestra vida. Hoy, el Señor nos invita a romper nuestras propias etiquetas. A pedirle unos ojos nuevos para reconocerlo en el "taller de carpintero" de nuestra propia existencia.

🔊 Escucha la Palabra

Abre tu corazón y deja que la Palabra de Dios te hable hoy. Puedes escuchar las lecturas y la reflexión en nuestro podcast diario.

🎯 Acción concreta del día

Elige una persona, tarea o situación de tu vida que te resulte "demasiado familiar" o incluso rutinaria. Hoy, haz un esfuerzo consciente por mirarla con ojos nuevos, buscando activamente una chispa de la presencia de Dios o una oportunidad para el milagro en ella.

🖼️ Imagen del día

...Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos". Que nuestra fe nunca sea un obstáculo para su poder.

🌙 Oración para la noche

Señor, al final de este día, te pido perdón si no supe reconocerte. A veces te busco en lo espectacular y se me escapa tu presencia en lo pequeño. Abre mis ojos y mi corazón para que mañana, desde que me levante, pueda ver los milagros que obras en mi vida ordinaria. Descanso en tu fidelidad. Amén.

👁️‍🗨️ Mañana en La Palabra Soy

🤫 Mañana: ¿Qué pasa cuando una promesa tonta lleva a una tragedia? Veremos el contraste entre la justicia radical de Dios y la terrible debilidad de los hombres.

Que esta llama siga ardiendo en ti. Nos vemos mañana con una nueva Palabra que enciende.

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